Buenas noches,
Esta foto parece tomada en otro planeta, dada la situación actual, pero me la hice el verano pasado en el Canet Rock, donde me había mandado una editorial a cubrir el festival. En aquel momento no podía imaginar que estar tomando el sol en medio de miles de personas, con una cerveza al lado, sería hoy un acto extraterrestre.
Acabamos de empezar un confinamiento que no sabemos cuando terminará, y hay quien ya se sube por las paredes. Al principio, esto de quedarse en casa sin ir a trabajar parecía divertido. Por fin tiempo para dormir, ver series de Netflix, acabar lecturas pendientes…
Este alivio inicial me ha hecho pensar en un cuadro que tenía mi abuela en su salón. Mostraba a dos hermanas cogidas de la mano frente a una puerta cerrada. La pequeña reía satisfecha mientras que la mayor lloraba. Al preguntarle a mi abuela qué representaba ese cuadro, me explicó:
—Estas hermanas han llegado tarde a la escuela y se han encontrado la puerta cerrada. La pequeña ríe porque se ha librado del cole, pero la mayor llora porque sabe el castigo que les espera cuando vuelvan a casa.
Algo así sucede con este maldito Coronavirus, que tendrá muchas más implicaciones en nuestro futuro de las que pensamos, pero no todas malas. Vayamos por partes.
LO MALO. Además de los miles de muertos que deje por el camino, este parón mundial va a hacer estragos en la economía. Muchas empresas que estaban ya al límite cerrarán y otras se escudarán en la plaga para despedir impunemente y hacer sus ajustes. Las que no pagaban a tiempo a sus proveedores aún lo harán menos. Malos tiempos para los autónomos y artistas. Las personas que viven al día sin otro ingreso que su trabajo diario están desesperadas con razón.
LO BUENO. Ya que esto es lo que hay, vamos a desglosar los aspectos beneficiosos que nos aporta este pequeño y jodido maestro que ha venido a enseñarnos humildad, mostrándonos la fragilidad de todo lo que conocemos:
- Por fin se aplaude a médicos, enfermeros y a los trabajadores de super, antes ninguneados (estos últimos) como esclavos cuya labor no tuviera mérito alguno.
- La gente se ha humanizado. Las personas que viven solas reciben llamadas de amigos y familiares que se preocupan por ellas.
- Contamos con tiempo para hacer estas cosas, y también para darnos cuenta de todo lo bueno que teníamos y que no valorábamos suficiente.
- Ha bajado la contaminación, aunque no por mérito nuestro.
- Nos replanteamos nuestros hábitos de consumo, porque el confinamiento nos demuestra que necesitamos muy poco, en realidad, para vivir.
LO QUE HE DESCUBIERTO. Cada cual extraerá sus propias lecciones de este pequeño y jodido maestro, y quizás las más importantes no hayan llegado aún. Habrá que esperar a ver cómo nos sentimos en este retiro obligatorio que puede durar semanas o meses.
Esto es lo que yo he aprendido de mí mismo, al termino del tercer día de confinamiento:
- Mientras se anulaban todos los eventos y reuniones —públicos y privados—, los he ido marcando en fluor amarillo en mi agenda. Así me he dado cuenta de que ocupaban el 85% del tiempo que no estoy durmiendo. No me extraña, por lo tanto, que no encontrara nunca un momento para mí mismo.
- Además de devorar mis horas y días, esa clase de vida también era cara. Implicaba un gasto continuo en taxis, bares, restaurantes, aviones, hoteles y un sinfín de cosas más que, aunque forman parte de mi profesión, se llevan también buena parte de lo que gano. El resto queda para pagar impuestos.
- Puedo dormir ocho horas al día y gandulear media hora más en la cama sin que el mundo se venga abajo. Las urgencias y las prisas han desaparecido.
- Si hago una pausa en mi trabajo para llamar a alguien que lo está pasando mal, tampoco ocurre nada. Al contrario, me siento mucho mejor ejerciendo de ser humano.
- Por mucho caos y pesimismo que haya, todo resulta un poco más fácil cuando escuchas discos de Ella Fitzgerald.
Hablando de clásicos, Mick Jagger cantaba en sus inicios: “No tengo dinero, pero sé donde gastarlo”. Creo que todos nos sentimos ahora un poco así. No tenemos lo que antes dábamos por supuesto, pero sabemos lo que bien que lo pasaremos cuando acabe esta plaga.
Si tenemos un mínimo de inteligencia colectiva, saldremos de esta más sabios y concientes, con ganas de hacerlo mejor en todos los sentidos, deseosos de celebrar la vida y abrazar a los amigos. Mientras tanto, como dice un amigo mío muy bruto, toca “aguantar el cagarro”.
Cuando todo esto termine, nos encontraremos en otro momento de la historia de la humanidad. Nada volverá a ser igual, pero quizás tampoco es necesario.
Mientras tanto, cuidémonos mucho entre todos,
Francesc
Comments
Lérida
Muy bueno, tu Post, Francesc, muy real todo lo que has señalado como lo “malo” y lo “bueno”. Creo que esto a nivel mundial sirve para hacer Pensar y mucho, en cosas que quizás antes pasaban desapercibidas. Esperemos que triunfe ese “mínimo de inteligencia colectiva” del que hablas, para que todos salgamos más sabios y concientes. Que acabe pronto y que no hayan más víctimas.
Gracias una vez más, por todos tus aportes, que hacen que nos sintamos acompañados y cuidados en estos momentos tan difíciles y especiales.
Francesc Miralles
Las cosas pasan para que hagamos algo con ellas, si somos inteligentes. ¡Muchas gracias a ti por leer y por tu amistad, Lérida!
Let
Estas despegado,sin dUda. Cada pAlabra tuya resUme este mundo turbulento. Abrazo a ti y a anna
Francesc Miralles
¡Muchísimas gracias, querida Leticia! Otro abrazo enorme para ti :))
Carme Garcia
Hola Francesc. Mira encara m agraden més les TIC! D acord amb el teu post. Jo espero que aquest confinament també ens ajudi a prendre més consciència d espècie i a veure si posem les coses una mica més dificils als poderosos i més fàcils al planeta.
De moment gràcies i la trobada la agafarem amb mes ganes.
Per cert tens un fill guapissim! Records a a. S.
Francesc Miralles
Hola Carme! Suscric totalment les teves paraules :))) I sí, serà un immens plaer retrobar-nos, serà com haver tornat d’un planeta hostil i llunyà… Abraçades i moltes gràcies!!
Olivia
Estimat Francesc,
Porto uns mesos massa intensos, caòtics a tots els nivells, i havia perdut el sa costum de llegir-te per aquí. ni tan sols havia vist que tens un nou disseny! Tinc moltes monday news pendents de lectura i, ara que tindré alguna estona lliure, aprofitaré per capbussar-m’hi.
sens dubte, en moments com aquest, ens calen més que mai paraules com les teves, que ens fan pensar i, alhora, ens acaronen l’ànima. com sempre, moltes gràcies per dedicar una estona a escriure i compartir-ho amb nosaltres.
una abraçada ben forta!
Francesc Miralles
Hola Olívia! Quina alegria tornar a saber de tu :))) Moltes gràcies a tu per tornar a llegir-me enmig d’aquest període de reflexió tan estrany. I per ser tan amable i generosa amb mi!!! Abraçades inmenses!