Buenas noches,
Hace algunos meses que publiqué aquí la primera carta de mi correspondencia con Silvia Adela Kohan, compañera de vida y de talleres de escritura. Tras nuestro regreso de Argentina y Japón respectivamente, hoy le mandaba la carta nº21.
En ella le hablaba de la semana que he pasado con Héctor en la capital de Okinawa, y nuestra actividad favorita por las mañanas. Tengo el permiso de Silvia para reproducir la mayor parte de la carta:
“Uno de los mayores placeres esta semana que hemos compartido en la otra punta del mundo ha sido escribir juntos en un café con el curioso nombre de From One to Eight, es decir, “De una a ocho”.
Se encontraba a medio camino entre mi hotel y la casa de sus suegros, donde está viviendo estos meses, y es una cafetería de aspecto anticuado donde acude mucha gente a teclear. No sé si escriben libros, como nosotros, o solo hacen oficina, pero el ambiente era de coworking a la japonesa.
El té que sirven es horrendo (siendo Japón un productor de tés sublimes) pero lo compensa la sonrisa de las chicas que atienden. Al segundo día ya nos conocían y nos trataban con mucho cariño.
Allí nos pasamos dos o tres horas cada mañana. Yo animaba a Héctor a que escribiera, porque eso le sienta muy bien física y espiritualmente. A veces se paraba y su mirada se extraviaba por algún lugar del techo, pero al ver que yo seguía aporreando el teclado (básicamente, contestaba mails atrasados) se volvía a sumergir en la historia.
Tras varias mañanas yendo al From One to Eight, mi último día en Naha entramos en un café misterioso. Todo allí dentro parecía detenido en el tiempo, desde el reloj mecánico de pared que iba cantando las horas, hasta la colección de viejos recuerdos y curiosidades que lo llenaban todo.
En una estantería encontramos un libro ilustrado, escrito y pintado a mano por una joven clienta. Era el original, ejemplar único, y contaba una historia preciosa que intentaré resumir.

La mejor mesa del café, que da al ventanal de la calle y es la única que tiene un sofá, está ocupada por una chica que llora. El dueño del local, un hombre con bigote de aspecto antiguo —como todo allí—, se acerca a preguntarle qué le sucede.
La chica le cuenta que esta había sido la mesa favorita de su amada abuela. Y le explica todo lo que la anciana hacía allí, sola o con sus amigas. En ese libro hecho a mano hay una bella estampa de cada una de esas anécdotas. Pero volvamos a la historia.
El dueño y camarero la escucha con gran atención y amabilidad. Luego va a la barra y a la cocina a continuar con sus quehaceres.
En el libro vemos cómo la chica se queda sola nuevamente en la mesa de la ventana, recordando, con el té en la mano, todo lo que ha significado su abuela para ella.
De repente, el camarero del bigote reaparece con un crep especial con fresas y nata, si no recuerdo mal, y lo deja en la mesa de la chica.
—Disculpe… —murmura ella— Pero, yo no he pedido esto.
—Lo sé —responde el camarero con una sonrisa amable—, pero esto era lo que pedía siempre tu abuela. Hoy quiero invitarte a que meriendes lo mismo que ella. Así la sentirás un poco más cerca.
En la última imagen del libro, dibujado y escrito por su protagonista, se ve a la chica comiendo el crepe con una sonrisa de felicidad y gratitud.
Héctor me había ido traduciendo cada una de las láminas, ya que los textos estaban en japonés, y luego devolvimos aquel libro único a su sitio. El camarero del bigote, que no paraba de trajinar cafés y crepes, para nosotros ya siempre sería un protagonista de esa bella historia.
Este local, que se halla al lado de un río, es para mí la definición de un café con alma.”
¡Gracias por estar aquí!
Feliz semana,
Francesc
PD. Para quienes me preguntáis por el taller de escritura que daré con Silvia Adela Kohan el 29 de abril (será presencial en Barcelona), podéis pedirle información a ella: silviadelakohan@gmail.com
Comments
Reyes del Pino montes
Gracias Francesc es un honor poder leerte y que despiertes en mí emociones que a veces mantengo bajo llave para no derrumbarme.
En esta ocasión el cofre de los sentimientos se abre para soltar unas lágrimas ante la evidencia de que más pronto que tarde me iré y mis nietas irán a ese café donde saben que hoy disfruto tomando cualquier cosa.
Francesc Miralles
Estarás aún mucho tiempo en este mundo, querida Reyes! Bss!
Mamen
Francesc, da gusto leerte por la frescura de tus escritos! En los viajes En solitario todo fluye o no se si es la buena disposiciin Del Que viaja! A mi me cambia!💫✨👏🏽❤️💫
Francesc Miralles
Los viajes en solitario son intensos y ricos en emociones, sí! Abrazos!!
Charo Arjona
Querido maestro, solo tu puedes convertir lo sencillo en inolvidables sensaciones, lo insignificante en imperecedero…un abrazo gigante Francesc…y a mi Querido Héctor, disfrutad de esa comunión de almas…
Francesc Miralles
¡Un abrazo doble de nuestra parte, Charo!
Ester
Historias de amor verdadero y puro, de gratitud y de corazon. Gracias francesc por ilustrarnos los lunes 😘
Francesc Miralles
Muchas gracias a ti por leer esta historia, querida Ester! 😘
cristina Cuenca
Acabo de descubir tu blog Francesc, que bonito lo que escribes, como y desde donde lo escribes. Gracias francesc, Te seguiré de cerca.
Saludos,
Cristina
Francesc Miralles
Un placer y un honor tenerte ahí, querida Cristina!! Bss!