Buenas noches,
Entre las tareas y misiones que uno puede tener en la vida, no hay otra más importante que intentar aliviar el sufrimiento de los demás, cualquiera que este sea.
Hace unos días, yo conversaba con un buen amigo que estaba decaído. El motivo era lo sucedido con un viejo compañero a quien él apreciaba. Después de muchos años sin contacto, lo reencontró casualmente por la calle. Se dieron un abrazo y pronunciaron el socorrido: “Tenemos que hacer por vernos.”
Mi amigo se lo tomó en serio y, días después, le puso un whatsapp para tomar un café juntos. El otro prometió concretar algo en breve, pero no lo hizo. Un segundo intento tuvo el mismo resultado, y en un tercero, mi amigo volvió a recibir largas.
Sin comprender, cuando le preguntó al otro si tenía algún problema con él, recibió una respuesta ofensiva y fue bloqueado de inmediato. El alma le cayó a los pies. Lleno de tristeza, fue entonces cuando me llamó para explicarme lo sucedido.
Mi respuesta fue que esto es algo doloroso que todo el mundo ha vivido. Personas a las que quieres mucho salen de tu vida sin siquiera explicar por qué. Si les vas detrás tratando de entender, sufrirás más que si simplemente las dejas marchar. Son libres de decidir su rumbo, sus relaciones y sus silencios. Son libres, incluso, de equivocarse.
Tal vez un día, le explicaba yo a mi amigo, de aquí muchos años, vuestros caminos se vuelvan a cruzar en un momento más propicio, cuando la cercanía de la muerte te dice que ya está bien de tonterías. Aceptas que nadie es perfecto y acoges de nuevo a los viejos amigos, que son quienes guardan tu historia y tu esencia.
Esto mismo me ha sucedido a mí hace un par de días. Tras veinte años sin noticias de una amistad muy querida, con quien había compartido grandes momentos y aventuras, los astros —y una amiga común— se aliaron para que nos reencontráramos en la fiesta que se celebraba en una terraza de Gràcia.
Superada la extrañeza inicial, hablamos un buen rato sobre cómo nos había ido la vida. Veinte años es mucho tiempo, así que tuvimos que hacer un esfuerzo de síntesis. De aquí un par de meses volveremos a vernos, con más tiempo e ilusión, porque lo difícil ya está hecho.
Así como hay que dejar partir a quien decide hacerlo, sin acritud, soy partidario de recibir con los brazos abiertos al amigo que decide volver. Un caprichoso giro del destino nos puso un día en la misma senda, y otro más misterioso aún hace que volvamos a cabalgar juntos. Hay que celebrarlo y, como cantaba Lluís Llach, desear “que la vida nos dé un camino bien largo”.
¡Feliz semana!
Francesc
Comments
Lérida
Hola, Francesc! Muy bueno tu Post. Me llegó mucho, pues lo estoy viviendo… y sufriendo, ahora mismo! Y cuánto cuesta superarlo! ese “dejar partir”… cuesta tanto!!! Pero tienes razón es lo único válido. Creo que lo que lo hace más difícil es el no llegar a descubrir el ” por qué” de la actitud del otro. El corte sin comunicación, sin diálogo.
Gracias nuevamente, por tu ayuda, en este rico compartir. ¡Un fuerte abrazo!
Francesc Miralles
Hay muchos porqués que nunca vamos a saber. Puede ser por cobardía o porque a veces ni la propia persona que se va tiene claros los motivos. Quizás huye de sí misma, del pasado… ¡Quién sabe! Gracias por estar ahí, Lérida!
María José
Qué precioso Francés, y qué necesario leer esto. Leerte y escucharte es maravilloso.
Un saludo, María José.
Francesc Miralles
Muy feliz de saber que te ha venido bien! Bss!!
juan pablo de bs. as.
Claro! Las personas que se reencontraron, en verdad creyeron encontrar a las personas que fueron antes, no a las actuales. Así que puedo entender que alguno de ellos no quiera reecontrarse con el pasado y prefieran abandonar esas relaciones; lo que no puedo entender es eso del silencio espontáneo y el bloqueo del wpp, me resulta una actitud altamente cobarde, innecesaria y cruel.
Tu amigo lloró y lo consolaste estupendamente, pero dile que se quede tranquilo porque… se sacó un bolüdo de encima.
¡Abrazos!
Francesc Miralles
A mí también me parece una actitud cobarde que hace sufrir gratuitamente.
Seguro que mi amigo se ha sacado un boludo de encima, jajaja! Abrazos!!