Miniaturas filosóficas

Buenas tardes,

Este post es algo más corto que otros anteriores, pero al menos llega en el día señalado.

Al igual que mi buen amigo Álex Rovira, desde siempre me ha gustado recoger aforismos y pasajes de libros que me gustan para compartirlos con mis amigos. De hecho, dicen que tengo una memoria de elefante para repetir frases que he leído o conversaciones que he tenido. (Tal vez para compensar la poca memoria que tengo para nombres de personas, números y otras cosas).

Aunque sé que a mí también me citan, por una cuestión de elegancia yo jamás pongo aforismos con mi firma en mis propias redes. Para mí, el sentido de compartir una frase entre comillas con un nombre debajo es que sea de alguien distinto a quien escribe, porque todo lo que no está entre comillas ya se entiende que es de Francesc Miralles.

Con la bacanal de información que fluye por las redes, se producen en este campo efectos verdaderamente extraños. He visto páginas de citas —seguimos en lo literario— donde se me atribuyen palabras de Buda, Confucio y decenas de autores más. Quiero imaginar que es alguien que ha encontrado la frase en uno de mis libros, y no se ha fijado en que yo estoy citando a otro.

En fin, esto es algo que puede pasar, pero más grave me parece que el propio autor publique en sus redes frases que no son suyas y se las atribuya. (Insisto: esto se evitaría renunciando a la mala costumbre de citarse a uno mismo).

Leo en un artículo que Jay Shetty, el superventas británico de familia india, autor de Piensa como un monje, fue obligado en 2019 a borrar 113 posts de su Instagram acusado de plagiar citas. Desde entonces, parece que ha sido más cuidadoso en ese sentido.

Como coleccionista de aforismos, me resulta difícil encontrar una nueva pieza para el museo de miniaturas filosóficas que realmente me sorprenda. Paradójicamente, la última que me ha entusiasmado viene atribuida a Jay Shetty. Sea como sea, me parece una reflexión brillante y perfectamente capaz de cambiar una vida. Dice así:

“Lo que sucede muchas veces es que ignoramos a los que nos apoyan, apoyamos a los que nos ignoran. Amamos a los que nos lastiman y lastimamos a los que nos aman”.

En alguna época no tan lejana, esto fue la historia de mi vida, y seguro que no soy el único en sentirse identificado.

¡Un abrazo y feliz semana!

Francesc