Buenas noches,
El título de este artículo parece una contradicción, pero voy a explicar por qué no lo es.
La primera persona que me advirtió sobre esto fue una doctora en psiquiatría con la que, de muy joven, debatí una vez sobre las dificultades del amor, cuando eres adolescente y vas de fracaso en fracaso.
—Eso es porque no apuntas lo suficientemente alto —me dijo—. Te voy a dar un consejo que te sorprenderá: si te gustan las chicas, ve a por la más guapa e inteligente. Es la más fácil que te haga caso.
Yo no entendía ese razonamiento y así se lo comenté, a lo que la doctora argumentó:
—Todos los chicos tratan de ligar con las chicas del medio, en el rango de popularidad, con lo que reciben mucha atención y se vuelven mucho más exigentes. Lo normal es que te digan que no. En cambio, con la chica superbrillante no se atreve nadie, porque dan por hecho que van a ser rechazados. Esto hace que muchas veces esté sola y aburrida, y si le propones salir es muy probable que te diga que sí.
Por supuesto, no es una cuestión de género. Lo mismo es válido para los chicos que aparentemente tienen todas las virtudes. Casi nadie va por ellos porque les parecen inalcanzables. Y eso no solo es aplicable al arte de ligar, sino a los proyectos que, de adultos, nos ponemos en el horizonte.
Hay la creencia infundada de que si nuestra aspiración es modesta nos resultará más fácil lograrlo. Error. Puedo poner varios ejemplos que he vivido en la industria editorial y que demuestran lo contrario.
Cuando me iniciaba en la escritura, quise presentar mi segundo libro a un concurso de gran prestigio. Yo no era nadie en el mundillo, era la primera novela juvenil que escribía y, además, de un tema intimista —el primer amor—, lejos de las problemáticas en boga que suelen ganar los premios. ESTIMACIÓN DE DIFICULTAD: MUY DIFÍCIL. Aun así, la mandé en el último día de aceptación de originales.
Contra todo pronóstico, Un haiku para Alicia ganó el Premio Gran Angular en catalán.
Después de este éxito inesperado, escribí una novela infantil de viajes y di por supuesto que aquella misma editorial se la quedaría. A fin de cuentas, mi novela premiada se reimprimía constantemente. ESTIMACIÓN DE DIFICULTAD: MUY FÁCIL.
Me equivocaba nuevamente. El manuscrito acumuló polvo todo un año en la editorial y la directora del sello nunca se dignó a leerlo. Tal vez porque ella tenía otro ganador para el premio que me habían dado y yo no le caía especialmente bien. El caso es que durante todo un año me fue imposible obtener feedback alguno. No fue hasta que tuve agente, Sandra Bruna, que ella logró que nos reuniéramos para hablar de esa obra.
El encuentro fue de lo más humillante para mí. La editora se disculpó por no haber hecho caso al manuscrito durante tanto tiempo, y me dijo que había encargado el informe a un lector de confianza. Tras leerlo, había decidido no publicarlo. Dicho esto, me devolvió el manuscrito —en aquella época se entregaban en papel—, que estaba lleno de comentarios jocosos del lector editorial. Lógicamente iban dirigidos a la editora, con la que su burlaba de la novela escribiendo al margen, sin imaginar que ese mismo manuscrito era el que me devolverían a mí. Una falta de respeto innecesaria por parte de quien ahora me lo entregaba.
En fin, explico esto para mostrar lo fácil que fue lo difícil y lo difícil que estaba resultando lo fácil. Y tiene una explicación lógica totalmente alineada con lo que decía la psiquiatra.
A lo largo del año cientos de autores mandan sus obras a las editoriales y casi nunca las leen. Como mucho, hay alguien que cata la primera página para ir descartando. En los premios literarios se presentan pocas obras —al menos en los de literatura juvenil en catalán— y el jurado no tiene otro remedio que leerlas de cabo a rabo. Es su trabajo.
Conclusión: si una obra está bien escrita, es más fácil que gane un premio que no que una editorial la lea espontáneamente y la publique.
He podido comprobar que lo difícil es lo fácil decenas de veces en mi vida. Cuando escribí bajo pseudónimo Nietzsche para estresados, nadie quería publicarlo en España. Los editores decían que el título era demasiado raro y estuvo años durmiendo el sueño de los justos.
Cuando, de puro milagro, acabó saliendo directamente en bolsillo, los editores extranjeros se fijaron y el libro fue nº1 en no ficción en Brasil y en Grecia, manteniéndose en lo alto de las listas durante varios años. Vendió casi un millón de ejemplares.
Si asumimos que bailar con el feo o fea de turno no es más fácil que hacerlo con una estrella fulgurante, sino todo lo contrario, permitámonos soñar a lo grande.
A partir de esta idea, ayer acepté la propuesta de mi amigo de infancia para presentar mi solicitud para formar parte de un viaje a la Luna. Sí, como el sueño del bibliotecario de mi novela. Un multimillonario japonés pretende viajar a la Luna en el 2023 con SpaceX e invita a 8 tripulantes. Yo no sé si la convocatoria es una fantasmada, pero ya he recibido mi certificado como candidato. Aquí abajo tenéis la prueba.
Este es el camino, como decía Buzz Lightyear: hacia el infinito y más allá.
¡Feliz semana!
Francesc
Comments
Ferran
Guau!!
Acabo de leer el post y… me he quedado sin palabras, quiero escribir ahora para aprovechar todo esto que se me mueve dentro.
Me ha parecido muy acertado el comentario de la doctora en psiquiatría, me ha gustado mucho el ejemplo puesto sobre atreverse con la chica más popular y superbrillante. Me ha encantado también la experiencia compartida sobre los concursos literarios y las editoriales. La verdad es que me lo apunto ?.
Estaba ya con una media sonrisa en la cara y una sonrisa completa en el corazón, después de leer el post y haberlo disfrutado, cuando leo…¡Viaje a la Luna! … Guau!!
Esto si que no me lo esperaba, me he llenado de una mezcla de sorpresa y alegría. Sorpresa por que me parece increíble y alegría por ti imaginándote en ese viaje, cumpliendo, tal vez uno de esos sueños, que de los que hablabas en el post anterior.
En cualquier caso, que todo sea propicio y que tengas mucha suerte, en el sorteo!!
Un abrazo
Ferran.
Francesc Miralles
Querido Ferran,
Antes del sorteo, en el que habrá cientos de miles de candidatos, la cosa será si realmente van, porque hace mucho tiempo que se anuncian viajes de este tipo y al final nunca hay la tecnología a punto.
En cualquier caso, es divertido soñar en eso.
Y creo que el consejo de la doctora era muy acertado :))) No por soñar pequeño será más fácil.
Un abrazo de aquí a la Luna y volver!!
Francesc
Isi
Qué maravilla! Sería fantástico tomar un té y que me explicaras cómo se ve todo desde allí. Abrazos!!!
Francesc Miralles
Podemos tomar un té mirando la Luna, mientras tanto! Abrazos muy fuertes!!
Martu
Hola Francesc!
A Soñar en Grandeee…hacia el infinito y MUCHo Más…INFINITE POSSIBILITIES SEGÚN WAYNE DYER…LO CREOOO…ATREVERNOS A LO FULGURANTE…NO TE IMAGINAS LO BIEN QUE ME HACE LEERTE…LE DAS FUERZAS A MI VUELO…INFINITAS GRACIAS QUERIDO…QUÉ AVENTURA LA TUYA…QUÉ CORAJE…TE ACOMPAÑO EN TU SOÑAR A lO GRANDE…nada más y nada menos que tu viaje a la luna…hay un cuento para niños y no tan niños en youtube…papa get the moon for me…lo he compartido con mis alumnos…es PRECIOSo…te invito a darle una mirada…qué decirte????? A tu regreso de la luna…quiero Zoom con este grupo y nos compartes tu vivencia…nos encontramos este grupo en Barcelona y té…unos vinos de por medio…nos cuentas cómo nos ves desde tan lejosss….Amazing adventure….lo mejor para tu sueño…martu
Francesc Miralles
¡Muchísimas gracias!
También por tu recomendación de Youtube :)))
Si el viaje a la Luna se hace, haremos ese Zoom!
Besos!
Martu
Cuento con ese zoom Francesc…estoy acostumbrándome a soñar en grande…con lo fulgurante…atreverme …un abrazo