La vida en tres palabras

Buenas tardes,

Tras acabar la última novela de Murakami que tenía pendiente, este mes de agosto me estoy dedicando a las novelas de John Green que aún no había leído.

Todo el mundo lo conoce por Bajo la misma estrella, pero a mí me gustó más su primera novela, Buscando a Alaska. Su protagonista es un chico que memoriza las últimas palabras de grandes personajes y que va en busca de su “Gran Quizás”, cualquier cosa que eso signifique. Cuando se traslada a estudiar a Alabama, allí conocerá a Alaska, una chica tan fascinante como autodestructiva.

Como sucede con Murakami o Auster, con quienes tienes la impresión de estar siempre en el mismo libro, el que estoy leyendo ahora de John Green, Ciudades de papel, tiene también una protagonista loca e irresistible. Tras desaparecer, su amigo y enamorado la busca a través de las pistas que ella le ha ido dejando.

De las novelas de John Green me gusta la agilidad de sus capítulos breves y la crisis existencial que viven sus personajes. ¿Quién no ha sentido, en su adolescencia, que andaba perdido en un laberinto mientras buscaba su Gran Quizás? También en la edad adulta, muchas veces sentimos que los caminos se borran o que nuestra vida va directamente cuesta abajo.

La crisis existencial es muy dolorosa porque se toma la parte por el todo. Cuando estás en la miseria crees que nunca saldrás de ella, al igual que cuando la vida nos sonríe pensamos que ese resplandor ha llegado para quedarse.

Tomar distancia y ver el cuadro completo, como la ilustración que me pasó Héctor y que encabeza este artículo, ayuda a relativizar lo malo y lo bueno. Cada subida o bajada son solo un capítulo del libro completo y, como en las novelas más emocionantes, nadie sabe qué pasará a continuación. Ahí reside la magia de vivir.

El protagonista de Buscando a Alaska recoge las últimas palabras de los grandes literatos para tratar de comprender la existencia, y yo termino este artículo agregando una reflexión crepuscular del poeta Robert Frost:

“En tres palabras puedo resumir todo lo que he aprendido de la vida: La vida continúa.”

Así es. ¡A por el próximo capítulo!

Con mucho cariño,

Francesc