Buenas noches,
Aprovechando que visitaba a los padrinos de mi hijo en Dublín, hace unos días nos escapamos al norte de la isla, bajo la administración de Gran Bretaña. Hasta que no llegue el Brexit, no te das cuenta de cuando pasas de Éire —la república irlandesa— al Ulster. La carretera pasa de un territorio al otro sin ninguna señalización especial.
Hará unos diez años, cuando estuve por primera vez por estas tierras, ondeaban banderas en muchas casas: unas británicas, otras irlandesas. En esta ocasión no vi ninguna, como si el largo conflicto hubiera dado lugar a un ominoso silencio por parte de la población, cansada de su propia historia.
Ireland es sencillamente el nombre que se utiliza en ambos lados.
Sabes que estás en Irlanda del Norte porque los pueblos adquieren de repente un aire de aislamiento y lejanía. Las áreas de servicio son obsoletas y en los pueblos se respira una extraña melancolía.
Nos alojamos en Bushmills, el pueblo con la destilería más antigua del mundo (de 1608). Al visitarla, nos informan de que ha sido comprada por José Cuervo, los fabricantes mexicanos de tequila.
Además de beber el suave Black Bush —con una excelente relación calidad-precio— y comer salmón pescado en el río del pueblo, la gran estrella del lugar es el Giant’s Causeway, la Calzada del Gigante. Se halla a la salida de Bushmills y es el lugar más visitado de todo el Ulster.
En la agreste costa del norte, la naturaleza creó caprichosamente 40.000 columnas de basalto (ver foto en la cabecera), tan ordenadas y bien encajadas entre sí, que las gentes del lugar pensaron que eran obra de un gigante, que construyó la calzada sobre el mar para batirse contra otro ser descomunal.
Formado por la lava hace 60 millones de años, según los geólogos, al caminar por este territorio insólito te sientes en un tiempo increíblemente remoto, o incluso en otro planeta.
Eso me hace pensar que mi próxima novela, que se publica el 4 de junio, es la primera que escribo que, en su mayor parte, no pasa en la Tierra. El próximo lunes hablaré por fin de esta historia y de dónde surgió.
Mientras tanto, seguiré soñando en los paisajes imposibles del norte, habitados por gigantes, hadas y otros seres maravillosos.
¡Feliz semana!
Francesc