Esta noche voy a hablar de algo bello y a la vez triste, como la novela de Kawabata, que tuvo su inicio el pasado verano.
Tres meses después del estallido de la pandemia, todas las vidas estaban trastocadas y me llegaba diariamente un aluvión de correos de gente que no conocía. Siempre intento contestar a todo el mundo, en especial si son adolescentes, personas que se sienten solas o que están pasando por una difícil prueba.
En medio del torrente de mensajes, me contactó Maribel, que llevaba varios años batallando duramente contra el cáncer. Relataba su lucha cotidiana en el Instagram @mepidolavida, donde miles de personas la animaban en cada post.
Felizmente casada y con una hija pequeña, Maribel me dijo en aquel mensaje que, en medio de la fatiga y el dolor extremo, le quedaba un sueño por cumplir que se le resistía desde hacía años: escribir una novela.
Aquí el Francesc sherpa resucitó por una buena causa y le dijo:
Esto tiene fácil solución. ¿Cuándo empezamos?
Mujer valiente, asumió el reto de escribir su primera novela bajo mi supervisión. Como ya no me dedico a esto, le dije que las clases serían gratuitas pero que lo iba a pagar sudando tinta.
Así surgió EL TREN DE LA VIDA. Y la trama era la siguiente: Tras fallecer su padre, Sara encuentra en el traje del difunto unos pasajes para viajar a París con su esposa que nunca pudo utilizar por la muerte sobrevenida de ella. Dispuesta a hacer por ellos el viaje soñado, deja de lado su trabajo para subirse al último Talgo que cubrirá ruta entre Barcelona y París-Austerlitz. En el vagón conoce a dos personas que le darán una visión totalmente nueva de lo que puede ser su vida.
Fijado el argumento, hablamos del capítulo 1 y Maribel se puso a escribir con ilusión. Una semana más tarde nos encontrábamos en la pantalla compartida para editar el texto. Mujer de carácter, debo reconocer que la primera sesión de editing fue una pelea de gallos. Acostumbrada a los elogios de sus seguidores de Instagram, se indignaba con cada cambio que yo le proponía. Me cargué de paciencia para explicarle el porqué de cada corrección.
El segundo round fue mucho más amistoso. Maribel había aplicado a la escritura del segundo capítulo lo aprendido en el primero. El texto fluía ahora como un río suave que arrastra al lector sin darse cuenta. En el capítulo tres reímos y celebramos que la protagonista por fin se había subido al tren, aunque no tuviera billete porque estaban todos vendidos.
Fue el último capítulo que editamos juntos. Después su salud empeoró y tuvimos que cancelar la clase un par de veces. Luego nos seguimos escribiendo por whatsapp y nos llamamos un par de veces por teléfono.
En otoño, Maribel volvía a tener ilusión por escribir, así que fijamos una nueva cita, pero los efectos secundarios del tratamiento la dejaron sin fuerzas. El 2 de noviembre me escribía “Te pido mil disculpas de nuevo, Francesc. Tengo tantas ganas de escribir!! Pero mi cuerpo no me responde.”
Yo le dije que no se preocupara lo más mínimo, que yo la esperaría todo lo que hiciera falta y más. Volvimos a hablar a finales de año. Luego vino un largo silencio que respeté. Maribel estaba en un nuevo ensayo clínico de EEUU que le provocaba terribles dolores, pero también le daba esperanza.
Fui siguiendo sus entradas en Instagram. Me parecía la manera más discreta de saber cómo estaba.
El 29 de marzo publicaba su post de despedida. Daba las gracias a todos los amigos que la habían apoyado, y se disculpaba porque sus fuerzas y sus días habían tocado a su fin. Dos días después, un último post informaba que ese miércoles a las 13:30 Maribel había dejado “este mundo que se le hacía tan pequeño”.
Quiero rendirle homenaje con la primera frase de este Tren de la vida que se detuvo antes de terminar el cuarto capítulo. En el inicio del libro, Sara recuerda una frase que le había dicho su madre:
“Cuando llegue tu último día, nadie morirá por ti, así que, por favor, empieza a vivir.”
Feliz viaje, Maribel
Con mucho cariño,
Francesc
PD. Podéis leer las entradas de Maribel aquí: https://www.instagram.com/mepidolavida/
Comments
Reyes
UNOS HACEN EL VIAJE EN TREN OTROS EN UNA BARCA PARA LLEGAR A LA CIUDAD DE LA LUZ DONDE YA NO HAY DOLOR NI SUFRIMIENTO, SOLO UN ESTADO DE PAZ Y BIENESTAR DESDE DONDE CUIDAS DE LOS TUYOS.
TODOS TENEMOS U BILLETE QUE USAREMOS CUANDO SE NOS LLAME Y VIAJAREMOS JUBILOSOS A ESE LUGAR PARA ENCONTRARTE.
Francesc Miralles
Así es, querida Reyes!!! Un abrazo!!
Reyes
Frances hoy hemos recibido los libros, no imaginas la emoción y alegría que nos ha causado a Pedro Pablo y a mí, me pide que te de las gracias él no es amigo de la tecnología y apenas la usa.
Cada cosa que leo tuya me emociona.
Estoy recomendando vuestro a libro mayores y cuando tengo que hacer un regalo ya no lo dudo.
Gracias
Francesc Miralles
¡Muy feliz de saber que os ha hecho ilusión recibir los libros! Abrazos fuertes a tod@s!!
Marta
….te abrazo Maribel donde quieras que te encuentres…pienso en los límites y en la liberación, Francesc…los opuestos…en la Vida…una constante….hermoso Tu gesto de acompañarla en ese anhelo hasta el final…según elizabeth Kübler Ross…que acompañó enfermos terminales durante treinta años…la mayoría lamenta todo aquello que no HIcieron…me alegra que Maribel se haya dado el gusto de emprender el desafío de escribir una novela…qué gesto el tuyo….bello…muy fuerte este relato…conmovedor e inspirador…he.visitado un hospice…asistí abalgunas conferencias sobre el buen morir en el final de la vida…poder Escuchar…a ese ser que está cercano a partir…para mi es importante un bjen.nacer y un buen morir…en el medio Vivir plenamente….nuevamente los opuestos…gracias Francesc por compartirnos a maribel…buena.semana…
Francesc Miralles
Muchas gracias a ti, Marta, por tan bellas palabras. ¡Feliz semana!
Tolo
Bellísima historia Francesc! Suda humanidad por todos los poros y destila compasión y amor en estado puro. Siempre me ha gustado la frase: “NAdie morirá por ti, así que empieza a vivir”…..tan sencilla y tan compleja a la vez, tal vez habrá que diseñar una ingeniería de la vida que nos empuje a subir al tren antes de abandonar la estación. Gracias por compartir este bello pasaje francesc y maribel!
Francesc Miralles
Gracias a ti por tu reflexión, querido Tolo! Abrazos
Marisa
Conocí a Maribel cuando hice de voluntaria en la marató de TV3 Y su alegria y fuerza hicieron que quisiera seguirla por redes. Alguna vez había comentado lo del libro.. ¡Como de conectado está el mundo que resulta que lo estaba preparando bajo tu supervisión!… Me ha dado mucha pena que se haya ido, aunque así tenga que ser la vida…
Francesc Miralles
El mundo es pequeño y las personas que tienen un propósito común se acaban encontrando. ¡Un abrazo, Marisa!
Ana Cruz
Gracias por compartir Francesc. Gracias a Maribel por querer compartirse. Gran frase de inicio de libro, de inicio de vida, de despedida… Gracias por hacernos parar nos los lunes para respirar, y seguir respirando, y recordar que, si aún podemos, debemos. Una brazo y gracias de nuevo.
Francesc Miralles
¡Mil gracias a ti, querida Ana! ¡Abrazos muy fuertes!
VANESSA
Amor con letras mayúsculas, querido Francesc. Gracias a Maribel y a ti por transmitirnos la pasión por la VIDA.
Abrazos fuertes.
Francesc Miralles
UN ABRAZO CON MAYÚSCULAS, Vanessa!!
Ferran
Me sumo a lo dicho anteriormente, esta historia me despierta tristeza por la partida de Maribel, y a la vez belleza por lo maravilloso del milagro de la vida y el Ser humano. Nada puede añadir.
Solo agradecer primero a Maribel, por su valentía y generosidad al compartir su historia, y luego a todos los que hacen posible el compartirlas, a mí por lo menos, me bajan un poco más a la “realidad” y a lo que de verdad importa.
Gracias, un abrazo
Ferran.
Francesc Miralles
Muchas gracias, Ferran 🙂 Es muy generoso y delicado por tu parte sentir todo eso que cuentas. ¡Un abrazo muy fuerte!