Buenas tardes,
Las últimas semanas he estado yendo mucho al cine, lo cual me ha llevado a darme cuenta de dos cosas: a) los directores actuales tienen alergia a rodar películas de hora y media; prefieren estirarlas como un chicle; b) muchas películas carecen de historia, todo se basa en desarrollar los personajes.
Una de las que hemos visto es Drive my car, basada en el cuento homónimo de Murakami. Uno de los motivos para ir al cine fue ver cómo un relato de 40 páginas escasas se había convertido en 3 horas de película. Estaba intrigado.
No entraré en detalles de lo que opino de la película, porque no soy crítico de cine, pero me fascinó el personaje de Misaki, la joven y reservada chófer que le es asignada a un actor de teatro que no puede conducir.
El silencio entre ambos no es incómodo, está libre de juicios y lleno de intimidad. Ella conduce tranquila mientras el actor da la réplica a un casete donde hablan el resto de los personajes de El tío Vania de Chejov. Tampoco se inmuta cuando él discute en el asiento trasero con el amante de su esposa fallecida.
Misaki solo habla cuando cree imprescindible hacerlo y eso hace que sus palabras suenen como un oráculo.
Al igual que otras narraciones de Murakami, el título está tomado de una canción de los Beatles que dice: Baby, you can drive my car / And maybe I’ll love you” (Nena, puedes conducir mi coche, y quizás te amaré).
Acostumbrado a estar rodeado de personas que hablan y actúan todo el tiempo, el protagonista masculino se siente acogido por el silencio cuidador de su conductora, con quien empieza a desarrollar un vínculo que va más allá de las palabras.
El silencio confortable compartido señala algo profundo: estamos aquí, avanzando en el camino, cualquier cosa que la vida nos pueda deparar. No hay palabras que puedan superar ese sentimiento.
Todos hemos conocido a personas que necesitan llenar constantemente el silencio con cualquier comentario, a veces fuera de lugar. Puro horror vacui.
Incluso en el sigiloso Japón se sorprenden a veces del silencio. En mi primer viaje con la madre de mi hijo, en un barrio periférico de Tokio entramos en una taberna a tomar una cerveza. Creo que el lugar se llamaba Samurai. Estábamos apasionados con unas lecturas que queríamos seguir para poderlas comentar, así que delante de nuestra Asahi de barril abrimos nuestros libros y nos pusimos a leer.
Al acercarnos a la barra a pagar, el camarero rompió la discreción nipona movido por la curiosidad:
—¿Puedo preguntar por qué vienen a leer?
No recuerdo qué le contestamos, pero ahora me viene a la mente una frase de Mariano José de Larra, un periodista del siglo XIX que leíamos en bachillerato:
“Bienaventurados lo que no hablan, porque ellos se entienden.”
¡Feliz fin de semana!
Francesc
Comments
Ester
El poder Del silencio, es como una caricia o una palabra a tiempo. A veces un silencio emociOna, otras acompaña o te envuelvE. Incluso puede llegar a ser incomodo. Lo que estÁ claro, es que el silencio dice mÁs de lo que uno piensa.
Francesc Miralles
Totalmente de acuerdo, Ester! :))
Dalai Dala
A ver cuando nos encontramos y no nos hablamos, miralles! Demasiado tiempo sin coincidir!
Saludo
Dala català
Francesc Miralles
Una abraçada gran!!
Mamen
Hay que vivirlo!
emocionante E inolvidable, Pura conexion
Gracias por recordarNoslo
Francesc Miralles
¡Muchas gracias, Mamen! Bss!!
Marta
Con tu reflexión puedo sentir esa Intimidad entre ambos…esa comunicación donde las Pala ras No han sido invitadas……qué belleza….un silencio intenso…como cuando te fundes en un abrazo y no necesitas nada más que esa contención sin palabras….Gracias FRANcesc…Buen Finde…
Francesc Miralles
¡Muy feliz finde, Marta! Y gracias a ti 🙂
Isaac
El SILENCIO tiene la virtud de enfrentarte al INSTANTE, en DEFInitiva, a la vida, que no es otra cosa que la correlación finita de INSTANTES.
Habrá que conocer a misaki!
Gracias por la reflexión querido f.M.
Francesc Miralles
Muchas gracias por tu sereno comentario, querido Isaac!! Abrazos!!!
Tolo Alzina
Gracias por refrescar y compartir tan bonita historia. Si con algo he gozado mucho en esta vida, ha sido con largos diálogos de silencio con uno de mis mejores amigos. Un fuerte abrazo, querido Francesc ??❤
Francesc Miralles
Un abrazo muy fuerte, Tolo!! :))
Duende
En mi entorno no lo hubiesen comprendido.Afortunadamente,pienso de otra manera.El silencio en el que estaban ustedes lo hubiesen malinterpretado como una relación de poca comunicación.Buena publicación.Saludos.?
Francesc Miralles
¡Un abrazo fuerte!