Buenas noches,
El otro día hablaba con la terapeuta Elena Esteban, que me decía que las personas hacemos magia todos los días, lo que sucede es que no nos damos cuenta. Magia a favor o en contra nuestro.
Su punto de vista me interesó, así que le pedí que me explicara un poco más a qué se refería. Ella me vino a decir que todos los rituales y creencias, conscientes o inconscientes, acaban teniendo un efecto en nuestra vida y, por lo tanto, si deseamos obrar un cambo significativo, hay que reconocerlos y cambiarlos por otros, a ver qué pasa.
Sobre esto, me viene a la mente la aventura del protagonista de La puerta de los tres cerrojos, de mi querida Sonia Fernández-Vidal, quien me bautizó como sherpa literario. Niko hace cada mañana el mismo recorrido desde su casa a la escuela hasta que, un día, decide cambiar la ruta por otra un poco más larga. Eso hace que descubra una misteriosa mansión que cambiará su vida —y su universo, de hecho.
Algo así nos sucede cuando nos atrevemos a alterar un ritual o creencia de nuestra vida. El hombre gris que cada día hace exactamente lo mismo, como un hámster que no puede escapar de su rueda, está ejerciendo sobre él una magia inconsciente que le mantiene aletargado —como la bella durmiente— y no permite que suceda nada distinto. Mantener los mismos rituales y creencias le blinda mágicamente contra la novedad.
Este hechizo lo mantiene dormido, y el único príncipe que puede despertarle con un beso es él mismo. Y basta con que pronuncie las palabras mágicas ¿Y SI…?
Un par de ejemplos:
¿Y si dejara de llamar «imposible» lo que aún no he intentado?
¿Y si dejara de hacer predicciones sobre lo que sucederá?
Esto último es un ritual que muchas veces nos pasa por alto pero que ejerce una magia altamente paralizante. Muchas personas no llevan a cabo nada de lo que les gustaría, incluso encontrar pareja, porque previamente han pronosticado que fracasará.
Más allá de que se condicionen negativamente para luego darse la razón —¿Lo ves? ¡Ya te lo decía!—, es absurdo hacer predicciones, porque lo cierto es que nunca nadie sabe lo que va a suceder. El consultor y conferenciante Peter Drucker lo explicaba así:
«Tratar de predecir el futuro es como intentar conducir por una carretera rural de noche, sin luces de ningún tipo, mientras vas mirando por el parabrisas trasero.»
Se calcula que más del 80% de las cosas que tememos nunca llegan a suceder. En todo caso, sucederán otras que no habíamos previsto. Y eso es fantástico. Por lo tanto, deja de hacer predicciones y permite que la vida te sorprenda.
Y si insistes en hacer oráculos de ti mismo, que al menos sean positivos. Como decía Abraham Lincoln: «La forma más segura de predecir el futuro es crearlo.»
¡Feliz semana!
Francesc
Comments
Pablo García Del Pino
El miedo al FRACASO, las profecias autocumplidas, procrastinar, la pereza de esforzarnos, las creencias limitantes y otras tantas cosas: nos paralizan y nos boicotean. Pero realmente somos nosotros mismos quien con nuestra falta de confianza y esperanza nos autoconvencemos de que algo no es para nosotros.
Tu sabes bien, mi amigo, que yo me he tenido QUE reinventar muchas veces pero que aún así hay una parte de mi que contiene mis deseos artísticos y de creación, se resiste a ver la luz.
Te prometo que yo intento cambiarlo y ser constante, pero el miedo a hacerlo mal o a no estar a la altura me paraliza.
Desde hace poco, decidí que este año debía cambiar en ese aspecto. Y poco a pico voy conquistando metas, aunque me boicoteo a mi mismo en mi constancia muchas veces.
A veces me gustaría tener el poder de resetear mi cabeza para tener dentro todos esos buenos habitos que a la hora de la verdad me completan y me hacen feliz.
Pero una cosa detrás de la otra. De momento estoy CONvencido de encontrar mi ikigai para sentirme feliz… Y eso ya es un paso importante. Sin contar con que de que tenemos pendiente un concierto Y alguna sesión para ayudarme a encontrarlo.
Gracias por tener la capacidad de reflexionar con todos los quebde una u otra manera te seguimos. Tu altruismo y generosidad no tiene límites.
Buena semana, maestro.
Francesc Miralles
Querido amigo, disculpa que ye haya escrito tan tarde. No ha habido un momento de pausa hasta ahora. Ese concierto lo vamos a dar sí o sí en 2020, y todas las sesiones que necesites. ¡Un abrazo muy fuerte y gracias por existir!
Ana Dirtydraco
¡Eres tan sabio! Gracias por tus reflexiones, siempre acertadas, siempre estimulantes.
Francesc Miralles
Muchas gracias por leerlas, querida Ana :)))
Lérida Sosa
¡Gracias, Francesc, por tu “mágico” Post!!! Una reflexión que me llega en el momento más apropiado. Tienes ese don especial. ¡Un abrazo muy fuerte!! Feliz semana
Francesc Miralles
Gracias a ti, Lérida, por tu cariño y tu paciencia. ¡Sé que te debo un correo pero no he parado quieto! Antes de Navidad lo tienes. ¡Abrazos!