Buenas noches,
Este martes se publica ESCRITO EN LA TIERRA, que os presenté ya en el último Monday News. Debajo de este post tenéis la portada completa.
Antes de eso, una docena de lectores tuvieron la primicia gracias a unos pocos ejemplares que me adelantó la editorial. Algunos me han dado ya su feedback, mucho más entusiasta de lo que me esperaba. Ahora que el libro está al alcance de todo el mundo (al menos de quienes leen en castellano), tengo algunas reflexiones que compartir.
Contar la propia vida es la experiencia más brutal y desgarradora que pueda realizar alguien que escribe. Te obliga a revivir momentos y emociones vertiginosos —a veces llenos de dolor— que son la esencia de la literatura, pues en lo fácil y placentero no hay historia. También aparecen revelaciones dignas de ser compartidas, pues hay cosas que solo entiendes mucho tiempo después de haberlas vivido.
Es un desafío que te obliga a decidir qué contar (en los talleres de escritura hablamos de saber mirar). Cada año nos suceden miles de cosas pequeñas y grandes, y el reto del escritor es elegir la información, quedarse con aquella perla que permite comprender todo lo demás, quizás la vida misma. Por lo tanto, en una biografía es tan significativo lo que se cuenta como lo que no se cuenta y que el lector solo puede imaginar.
También en una novela la información que recibimos es limitada y, sin darnos cuenta, estamos todo el tiempo rellenando huecos. Cuando te pones a contar tu biografía, a un hecho tan trascendente como la muerte de un padre le podrás dedicar tal vez un par de páginas. Y ahí debe estar el detalle revelador, la esencia de lo que sentiste y que ahora te da una nueva comprensión de ese hecho.
Si además de relatar muchas aventuras rocambolescas, como es mi caso, escribes para los lectores, no solo hay que abrirse en canal y elegir muy bien lo que contar. Lo que narras también ha de ser excitante y conmovedor. Si el lector se aburre o le resulta indiferente, es que no has hecho bien tu trabajo. Asimismo, como sé que me leen muchos autores, he compartido también mis secretos para el éxito literario.
Cuando escribía ESCRITO EN LA TIERRA, yo pensaba a menudo en Frank Sinatra. Al asistir a su concierto en Barcelona, al final de su vida, percibí que él era muy consciente del dinero que cada espectador había pagado por la entrada. No quería decepcionar a nadie, así que cantó con pasión todo lo que la audiencia deseaba oír y más, sin escatimar bises.
Guardando mucho las distancias, esa misma ha sido mi intención al escribir cada página de mi libro. Soy consciente de que los 19€ que cuesta —aunque, después de impuestos, un autor solo percibe 1€— los paga el trabajo y esfuerzo de quien me va a leer. Merece, pues, todo mi respeto y dedicación. He hecho todo lo posible para estar a la altura y no decepcionar. Espero haberlo conseguido.
Decía Martin Amis que el mejor libro es aquel que, después de haberlo leído, te entran ganas de invitar al autor a una copa, y mi buena amiga Teresa Roig, que ha tenido uno de esos primeros ejemplares, me ha dicho: “Este libro es como estar veinte horas charlando contigo en la tetería de Gràcia.”
Si es así, misión cumplida.
¡Feliz semana!
Francesc
Comments
Beatriz
Can’t wait to read it
Francesc Miralles
:)))
Mara
Francesc! qué ganas y qué pintón. yo tengo que ponerme las pilas para empezar con los lobos y llegar a este. tendré faena entre los deberes de piano y la lectura ;). enhorabuena. eres un crack!
Francesc Miralles
Muchas gracias, Mara! Tienes un libro esperándote aquí. Abrazos!!
Elena
¡Buenas!
¡Ostras, solo 1 €, no da ni para pipas! Me parece ridículo la verdad con el trabajo que supone escribir un libro.
Me imagino que tu mayor recompensa es a nivel personal, el saber que tus lectores disfrutan tus escritos.
¡Te deseo mucho éxito! ¡Un abrazo!