Buenas tardes,
Una de las frases más famosas de Freud en sus últimos años fue “Doy gracias a la vida porque nada me fue fácil.” Con ello se refería a todo lo que le habían enseñado las dificultades pasadas, tanto en su vida profesional como personal. Basta recordar que, por su condición de judío, tuvo que huir a Londres siendo ya anciano.
Sin llegar a extremos tan dramáticos, si examinamos nuestra vida con atención veremos que es en los momentos más difíciles cuando damos un salto hacia adelante. Y no solo porque nos vemos obligados a aprender de golpe, sino también porque aumenta nuestro nivel de resistencia (hoy lo llamaríamos resiliencia) por un efecto de contraste. Pondré un par de ejemplos de ello.
Hace unos años se me metió en la cabeza estudiar húngaro, misión casi imposible si no vives en el país y estás en contacto con el idioma. Está considerada una de las lenguas más difíciles del mundo. Encontré una profesora nativa excelente, pero solo tenía hueco para mí los lunes a las 8 de la mañana.
Así empezaban mis semanas. Soñoliento y con pocos deberes hechos, me sentaba una hora y media a intentar manejar frases como: Egy irodában dolgozom a városközpontban* o Merre van a repülőtér?**
La ventaja de este reto mayúsculo para empezar la semana era que, después de eso, cualquier cosa que tuviera que hacer me parecía fácil y llevadera.
Eso es lo que los anglosajones llaman “Eat that frog!” Con lo de “cómete esa rana” quieren decir que lo más difícil hay que hacerlo nada más empezar la jornada. Así nos lo quitamos de encima y no tenemos que estar todo el día con ese peso en la cabeza o, peor aún, procrastinando la rana, que acaba pesando como un diplodocus.
A veces uno se “come la rana” de manera inesperada, pero el beneficio es el mismo.
Cuando me iniciaba en el mundo de las conferencias, me llamaron para una charla de una hora en Frankfurt bajo condición de que la diera en alemán. Yo estudié la carrera en esta lengua, pero hacía más de 15 años que apenas practicaba. Y, por supuesto, nunca había dado una conferencia en alemán. Pero no era consciente de nada de esto al dar el Sí.
Aunque me apunté algunas palabras clave, una vez delante del auditorio que había pagado entrada me las vi y me las deseé para poder seguir el hilo. Cuando no me faltaba alguna palabra, sudaba la gota gorda para mantener la estructura del alemán, en la que una frase puede hacerse eterna hasta poner el verbo al final.
Esa ha sido la hora más difícil de mi vida profesional, aunque creo que al final salvé los muebles. Me comí la rana sin digerirla y, desde entonces, cualquier otra conferencia me ha parecido fácil en comparación.
El mes pasado, cuando me encontraba en la India hablando en inglés a auditorios de 600 personas, si en algún momento me sentía abrumado me decía: “Acuérdate de Frankfurt, eso sí que fue jodido.” Y de repente todo se veía mucho más sencillo.
Eso es lo bueno de lo malo. Si recuerdas momentos en los que lo pasaste realmente mal, quizás porque te rompieron el corazón, porque no tenías un céntimo, o incluso porque sufriste un accidente o enfermedad, haber sobrevivido a ello es un punto de referencia muy poderoso.
Si eso no pudo tumbarte, nada de lo que venga luego lo hará. Una vez te has comido la rana, lo que venga a continuación será como hacer surf sobre las olas cambiantes de la vida.
¡Feliz semana!
Francesc
* Trabajo en una oficina del centro.
** ¿Por dónde se va al aeropuerto?
Comments
katinka
genial!!
Francesc Miralles
:)))
Carme Garcia Gomila
Molt bo. Jo com freud dic que gràcies a les desgràcies tinc una certa gràcia. Bé, no tant. També reconec que he tingut molta sort a la vida, però les granotes son realment nutritives. Ara podem dinar un altre cosa quan quedem… M agrada molt el teu punt de vista. Ajuda molt.
Una abraçada
Francesc Miralles
Dinarem una altra cosa que no sigui granotes, Carme, que ja sé que sou vegetarians 😉 Busquem un lloc aquest mes de març! :**
Lérida
¡Buenísimo! Y los ejemplos muy DEMOSTRATivos. ¡ Feliz semana! Un fuerte abrazo
Francesc Miralles
¡Abrazos y feliz semana, Lérida!